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Los mismos sectores empresariales que aplaudieron la llegada de Salvador Illa al Gobierno catalán, porque suponía abrir una etapa de estabilidad y de normalidad institucional, ... están ahora «gravemente preocupados», tras los últimos pactos del Ejecutivo catalán con las fuerzas más a la izquierda en el Parlament, como son los comunes y la CUP. Los empresarios han levantado la voz contra la «inseguridad jurídica» y han criticado el «intervencionismo» gubernamental.
El presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha lanzado este jueves un aviso al Govern y ha cargado con todo contra la administración autonómica, después del decreto sobre vivienda aprobado hace dos semanas en la Cámara catalana, en virtud de un acuerdo entre el PSC, ERC, los comunes y la CUP. Un pacto entre las cuatro fuerzas progresistas en el Parlament, que era inédito hasta la fecha, y que ha encendido las alarmas entre el empresariado catalán, por el miedo a una deriva izquierdista del Govern, que pueda suponer un freno a algunas de sus reclamaciones, como la ampliación del aeropuerto del Prat o la ejecución del proyecto del Hard Rock en Tarragona, junto a Port Aventura. «Foment del Treball quiere mostrar su preocupación por la deriva de la política económica y fiscal del Gobierno de la Generalitat», ha expresado la organización empresarial.
Sánchez Llibre, antiguo dirigente de CiU y de Unió Democrática, ha hablado en TV3 de «tripartito encubierto» y ha calificado el acuerdo alcanzado entre las fuerzas progresistas en materia de vivienda de «atentado gravísimo» contra la propiedad privada, «el mayor ataque a la propiedad privada en democracia», ha afirmado.
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Este acuerdo ha advertido el dirigente empresarial traerá más «miseria y decrecimiento» a la economía catalana. A su juicio, el Govern está tomando decisiones que van en contra de los que necesita la economía productiva. Foment ha puesto como ejemplos recientes de «asfixia premeditada sobre el empresario» el aumento de la tasa turística o la reforma del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Illa pactó hace dos semanas con ERC, comunes y la CUP regular los alquileres de temporada, por los que se cuela, según la administración, el control de los precios de la vivienda. El PSC era partidario de regular el alquiler de temporada a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), en el Congreso, pero los grupos de la izquierda le han forzado a que lo haga en el Parlament. Es lo que inquieta a los empresarios, que consideran que va contra la «libertad de empresa».
Illa fue investido con los votos del PSC, ERC y los comunes. Republicanos y comunes marcaron distancias desde el primer día y de hecho se niegan a aprobar las primeros presupuestos del presidente de la Generalitat. El dirigente socialista gobierna en solitario y necesita a los grupos de la izquierda para sacar adelante sus iniciativas. La patronal se ha mostrado este jueves partidaria de un entendimiento entre el PSC y Junts, que se sería más proclive a sus intereses. Pero de momento, Illa, en cuestiones económicas, mira más hacia la izquierda que a su derecha, lo cual no es del agrado de la patronal. Sánchez Llibre abrirá una ronda con todas las fuerzas para tratar de que el PSC y Junts acerquen posiciones.
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