La Guardia Civil evita una intoxicación alimentaria durante el festival Gran Reserva de Calahorra

El amplio operativo que desplegó la Guardia Civil durante el festival Gran Reserva de Calahorra evitó que se produjese una intoxicación alimentaria en este evento multitudinario, que transcurrió «con normalidad» y «sin incidentes de gravedad», a pesar de que congregó a más de 10.360 asistentes.

Durante los dos días del festival, los agentes identificaron y/o controlaron a 1.200 personas y revisaron cerca de 1.400 vehículos, entre los que se encontraban turismos y autobuses que procedían de distintos puntos de La Rioja y provincias limítrofes. La Benemérita, además, tramitó cinco denuncias administrativas por tenencia y consumo de drogas, una por desobediencia a agentes de la autoridad y dos por obstrucción a la labor de los mismos; y registró 18 asistencias sanitarias.

En materia de tráfico, se realizaron 873 pruebas de alcoholemia, de las cuales 7 arrojaron un resultado positivo. Asimismo, se llevaron a cabo 29 pruebas de detección de drogas, con 8 positivos en distintas sustancias, entre ellas THC, cocaína y metanfetaminas. Además, se formularon 122 denuncias por infracciones a la Ley de Seguridad Vial y otra por incumplimiento de la Ley de Transportes.

Durante uno de los dispositivos de control establecidos en los accesos al recinto, la Guardia Civil interceptó un turismo Seat, cuyo conductor, un varón de 31 años, transportaba en el maletero «una importante cantidad» de alimentos perecederos destinados a la venta en uno de los puestos del festival.

La mercancía carecía de las mínimas condiciones higiénico-sanitarias: no contaba con refrigeración adecuada y presentaba un evidente riesgo para la salud pública. La intervención evitó que cientos de asistentes pudieran consumir productos en mal estado, con el consiguiente peligro de intoxicaciones alimentarias en un evento de gran afluencia.

El dispositivo, que se desplegó para garantizar el orden público, prevenir el porte de armas prohibidas, el tráfico y consumo de drogas, así como para controlar los accesos a la ciudad, contó con 250 agentes de la Guardia Civil de distintas especialidades.

Entre ellas se encuentran las de Seguridad Ciudadana, USECIC y Tráfico, Policía Judicial, Servicio de Información, especialistas en antiterrorismo y desactivación de explosivos, el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), el Servicio Cinológico con perros detectores de drogas, SEPRONA, y unidades de drones y anti-drones.

La planificación estratégica, el uso de medios técnicos avanzados y la eficaz coordinación entre unidades permitieron mantener el orden público, prevenir la comisión de delitos y garantizar el bienestar de miles de personas durante los días del evento.

Este despliegue humano y técnico del Instituto Armado se integró de forma eficaz con los servicios municipales, incluyendo Policía Local, Bomberos, Protección Civil y equipos sanitarios, formando un modelo de cooperación institucional orientado a la protección integral de los asistentes.

El desarrollo del Festival Gran Reserva sin alteraciones del orden ni sucesos relevantes es un reflejo del éxito operativo, basado en la planificación preventiva, la coordinación institucional y la eficacia en la respuesta ante posibles riesgos.

Desde la Guardia Civil se quiere destacar y agradecer la colaboración de los asistentes, así como el trabajo de coordinación con la policía Local y con el resto de los servicios de emergencia presentes en Calahorra.

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