Gimnasios «iguales para todos» desde La Rioja
Javier Roca lidera una fundación que aboga por contar con aparatos de ejercicio aptos para «todo tipo de características y necesidades»
Hace casi 20 años, Javier Roca, un vizcaíno asentado en La Rioja que trabaja en el ámbito de la ingeniería, se encontró con Antonio Martín, un chico que padecía esclerosis. Estaba con su silla de ruedas entrenando en un gimnasio de Guernica y Roca se percató de las dificultades que tenía para realizar sus ejercicios con las máquinas disponibles. «Si este hombre no tiene un aparato al que pueda llegar con su silla para hacer toda su rutina, habrá que hacerlo», pensó Roca. Y ahí comenzó un camino que tenía un ambicioso objetivo en el horizonte: que la práctica deportiva en los gimnasios sea inclusiva. «Para todos por igual», resume el artífice de este movimiento.
Aquel primer encuentro con Antonio fue el primero. Después llegaron más. Con él y con más gente. Roca armó un equipo multidisciplinar y en 2009 dio forma de fundación a todo el proyecto. «Nos involucramos tanto que empezamos a patrocinar deporte adaptado y creamos 'Deporte sin barreras'», cuenta. «Porque lo que tenemos claro es que nosotros no queremos comercializar con todo esto», recalca.
«Nos gustaría que tu abuela y tú pudierais entrenar en un mismo lugar y con los mismos elementos; esa es la verdadera inclusión»
«Hemos abierto los ojos a la industria y a la sociedad hacia unos gimnasios más enfocados hacia la salud que hacia lo estético»
Una vez descubierta la necesidad, Roca y su equipo necesitaban contactar con una empresa que llevara a la práctica todo aquello que estaba en sus cabezas. «Porque nosotros no fabricamos máquinas», deja claro el presidente de 'Deporte sin barreras'. Primero trabajaron con un instituto americano especializado en todo el tema de aparatos para los veteranos de guerra. Con ellos colaboraron hasta 2016 y después les tomó el relevo BH, empresa con la que van de la mano desde entonces. «Vimos mucha sensibilidad en ellos y entendieron perfectamente lo que queríamos hacer», se congratula Roca.
La meta, ya en ese momento, estaba fijada. Que una misma máquina en el gimnasio sirva para todos: para las personas sin ningún tipo de discapacidad, para las que tienen alguna, para los mayores, para los jóvenes... «No queremos que haya unos aparatos para unos y otros para otros, sino que el mismo resulte útil para cualquiera», confirma Roca. «En resumen, facilitarle la vida a la gente y que se sienta cómoda a la hora de hacer deporte en un gimnasio», apostilla.
«Cómodos»
El presidente de 'Deporte sin barreras', que ya lleva más de dos décadas viviendo en La Rioja, define todo este movimiento que surgió tras aquel encuentro con Antonio Martín como una intención de «cambiar los paradigmas de pensamiento» en torno al deporte en los gimnasios. «Hemos logrado abrir los ojos a la industria y a la sociedad; huir del pensamiento de ir al gimnasio por estética o por ponerme cachas y pensar en ir por salud», especifica. «Y para ello todo el mundo tiene que sentirse cómodo al hacer ejercicio, así que ¿por qué no poner una barra detrás en la cinta de correr para que la persona que se suba no se caiga? ¿Por qué no contar con una peana para que alguien con discapacidad pueda incorporarse a ella sin problemas?», se pregunta Roca. «Esas cuestiones se las trasladábamos a los fabricantes y su respuesta casi siempre era: 'Es que nadie nos lo había pedido antes'», reflexiona.
-k3sD--1920x1344@La%20Rioja.jpg)
Este pensamiento ya ha tomado forma de máquinas inclusivas en algunos gimnasios. En Lobete, por ejemplo, hay una. «Fue la primera que se puso en toda Europa», confirma Javier Roca, quien asegura que próximamente «se seguirán haciendo cosas» en este ámbito. «BH ya tiene una línea de aparatos con esta mentalidad, desde los de fuerza hasta la cinta de correr, la bicicleta...», enumera el vecino de La Rioja.
Una vez visto lo logrado hasta la fecha y lo que viene por delante, Roca se confiesa «orgulloso» de haber emprendido en su día este camino. «Nosotros somos todos voluntarios y, cuando ves que lo que tú tienes pensado va tomando forma no puedes más que estar orgulloso», asegura. «Pero lo estaré mucho más cuando haya muchas más máquinas instaladas y todo el mundo las esté usando», añade. Uno de sus objetivos actuales es, no en vano, que todo este movimiento llegue también al mundo rural y a las personas mayores. Así se dará un paso más hacia la meta final. «Queremos que tu abuela y tú podáis entrenar en un mismo lugar y con los mismos elementos, que no ase haga distinción entre unos u otros; esa es la verdadera inclusión», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.