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El Anguiano ya no depende de sí mismo para lograr su salvación en Segunda Federación, pero sí que está en sus manos darlo todo en ... el campo del Tudelano y esperar a que se cumpla un milagro sobre los terrenos de juego del Barbastro, Calahorra o Gernika. Las cuentas no son sencillas aunque sin la victoria a domicilio nada será posible.
El equipo serrano sigue confiando en poder jugar una temporada más en la categoría dada las grandes sensaciones que ha dejado su vestuario tanto dentro como fuera de los tapetes del grupo. A ilusión no les gana nadie, pese a que haga falta mucho más que eso para conseguir la tan ansiada permanencia. Esa a la que también aspira su rival del domingo, un Tudelano con 40 puntos que, en el caso de perder contra el Anguiano, también podría ver peligrar su lugar en el cuarto escalón del fútbol nacional.
Cuantos más viajen a Tudela, mejor, tanto por parte del equipo como por parte de la afición. Y es que para este crucial encuentro, el conjunto serrano necesita el calor de su hinchada en la grada y de la fortaleza física de sus jugadores dentro del campo. Viajarán casi todos ya que la enfermería de Isla está vacía casi al completo, salvo por la baja por lesión de Urrecho, que será operado este miércoles de la rodilla. Héctor Urquía deberá tomar decisiones ya que solo 18 jugadores podrán aparecer en su lista para la última y más importante final del curso.
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