'Sálvame' parece, plata no es

Podría haber sido peor. Podría haberle pillado con Lydia Lozano bailando el chuminero. En el mejor de los casos. No es extraño que el Consejo de Informativos enviase este viernes un comunicado protestando por algunas de las prácticas del nuevo formato de tarde, ese que supuestamente se iba a parecer poco al antiguo 'Sálvame'.

En su primera semana en emisión ha demostrado lo contrario, que los protagonistas que en su día triunfaron en Telecinco han regresado por los mismos fueros por los que se fueron, opinando de todo (lo mismo de la reina Letizia que de la asesina del niño Gabriel) y recuperando a los archienemigos que se hicieron en su anterior etapa, de Isabel Pantoja a Paz Padilla, de los que hablan con saña. Cambia el escenario, mucho más grande y colorido ahora, pero poco más.

La esencia es la misma y casa bastante mal con lo que esperamos de un canal cuya vocación debe ser el servicio público y que ha de diferenciar su oferta de la de las privadas. 'La familia de la tele' no es revolucionario, ni transgresor, ni inclusivo y diverso, por más que sus presentadores manoseen estos términos sin sentido. Tampoco es entretenido, por cierto, y la audiencia así lo ha manifestado. Va a ser difícil justificar su continuidad.