«Tengo miedo», dice el empresario de la grabación con la militante del PSOE

Hamlyn, al que la Fiscalía señala como cerebro de la 'mafia de la gasolina' y para el que pide más de 60 años de prisión por fraude fiscal y pertenencia a organización criminal, entre otros delitos, sufrió de niño un accidente doméstico con graves quemaduras, que le han dejado como secuela una deformación en la mitad del rostro. El fundador de Hafesa, con ayuda familiar, forjó un 'holding' empresarial dedicado a la comercialización y distribución de productos petrolíferos, que sigue operando pese a estar involucrado en el supuesto entramado para defraudar el IVA.

Hamlyn desde hace unos meses en una casa alquilada en Dubái. Confiesa que tiene «miedo» por las «amenazas» que dice estar sufriendo tanto él como el mayor de sus cinco hijos y de que le metan en la cárcel en cuanto pise Barajas por delitos que dice no haber cometido. Pese a que en los audios publicados habla de tramas empresariales y dirigentes políticos dando a entender que mantiene con ellos una estrecha relación, se muestra tajante: «No conozco a ningún político ni tengo información de nadie. Todo lo que dije en el vídeo es mentira. Les seguía el rollo. Les vacilaba», asegura.

En esas conversaciones grabadas y filtradas -niega que haya sido él- llega a pedir a Leire Díez, al que el PSOE ha abierto expediente, «un papelito» que le exonere de la causa por fraude fiscal mediante un supuesto contacto en la Fiscalía a cambio de revelar trapos sucios, entre otros, del teniente coronel de la UCO Antonio Balas.

Hamlyn señala a tres agentes de este prestigioso grupo de investigación como las personas que le involucraron en la trama porque, denuncia, están «comprados por un empresario de la competencia». ¿Y ahora, qué? Anuncia que le gustaría poder presentarse en la vista oral por la causa que le concierne, pospuesta hasta el 30 de junio, para «acabar con esto».