Ricardo Angulo, en el interior de la perfumería que cierra el próximo 30 de junio. Justo Rodríguez

Otro comercio histórico que cierra en Logroño: perfumería Angulo baja la persiana tras 77 años

Ricardo Angulo, actual responsable del emblemático establecimiento, se jubila después de medio siglo al frente del negocio que iniciaron sus padres en 1948

Iñaki García

Logroño

Sábado, 14 de junio 2025, 08:12

Ricardo recibe a sus clientes detrás del mostrador de la perfumería Angulo. El mismo lugar que ha ocupado durante los últimos cincuenta años y en ... el que previamente se situaron Alfredo y Feli, sus padres. En total, 77 años de servicio en un establecimiento logroñés que el próximo 30 de junio bajará la persiana por la jubilación de su actual propietario. «Me da pena, pero tengo ganas de no estar pendiente de todo lo que implica ponerse a cargo de un negocio», apunta Ricardo Angulo. «No solo es vender», apostilla.

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El 1 de enero de 1948, la perfumería Angulo inició su camino. «Mis padres cogieron el negocio en traspaso», recuerda su hijo. Ambos llevaron las riendas de la tienda hasta 1975, momento en el que el padre de Ricardo falleció tras un atropello y él tuvo que ponerse al frente del negocio junto a su madre. «En ese momento tenía 24 años y estaba estudiando Filosofía y Letras», apunta. «Tres años después, en el 78, ya terminé la carrera y me dediqué exclusivamente a la tienda», añade.

Alfredo (a la derecha) es el padre de Ricardo y en la foto posa junto a dos dependientes en los primeros años del negocio. Ricardo Angulo

La familia Angulo, por lo tanto, ha sido testigo de cómo ha cambiado el centro de Logroño durante esos años y, más en concreto, su parte comercial. «Es otra ciudad, antes el polo de atracción era la plaza de Abastos», afirma el responsable de la perfumería. «Había días en los que no podías pasar por la calle Gallarza porque estaba llena de gente; el mercado estaba abarrotado, todos los puestos a tope», certifica.

Todo eso fue cambiando. «Surgieron los supermercados y las grandes cadenas de alimentación y eso hizo que el resto del comercio fuera a menos», se lamenta. «Me da pena que las ciudades, no solo Logroño, se estén quedando sin tiendas», apostilla Alfredo Angulo para reconocer después que, a pesar de esa preocupante tendencia, su negocio ha funcionado bien durante todo este tiempo.

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Un mensaje a los clientes

«Les doy las gracias y les digo que cuiden del pequeño comercio; que no solo miren el precio, sino también la atención»

Preocupante tendencia

«Me da mucha pena que las ciudades, no solo Logroño, se estén quedando sin las tiendas de barrio»

Pero todo tiene su fin y el de perfumería Angulo ha llegado ahora, cuando Alfredo, a sus 74 años, se jubila de un modo definitivo. Se marcha con el recuerdo perpetuo de numerosos clientes. «Algunos han fallecido ya y con muchos hay una relación de amistad y de confianza, les hemos aconsejado en lo que hemos podido», sentencia el responsable del establecimiento antes de explicar cómo el negocio de la perfumería también ha evolucionado. «Cuando mis padres tenían la tienda, se vendía más como droguería que como perfumería y todo era a granel: jabón, harina, almidón, laca de uñas, colonia...», enumera. «Actualmente, todo es envasado», remata.

«Quiero tranquilidad»

Alfredo ha vivido todas las etapas de este tipo de negocios y ahora le llega la jubilación. El 30 de junio dejará el local que la perfumería ha ocupado 77 años y desconoce lo que pasará con dicho espacio. «Pertenece al mercado de Abastos y no sé lo que hará el Ayuntamiento», cuenta. Lo que sí que tiene claro es lo que él tiene pensado hacer. «Quiero tranquilidad», reitera. «Salir con mi mujer a pasear por las mañanas, visitar a nuestro hijo que está en el extranjero...», vaticina para confirmar después que la vida en un negocio es muy esclava. «Tiene la ventaja de que nadie te manda, pero lo tienes que hacer tú todo», sintetiza.

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Por eso, no duda en lo que le quiere decir a sus clientes a modo de despedida. «Les doy las gracias y les digo que cuiden del comercio pequeño; que no solo se fijen en el precio sino también en la atención que se ofrece en estas tiendas», recalca Alfredo Angulo, quien en unas semanas pondrá fin a 50 años detrás de un mostrador. «Mi primer día en la perfumería fue el 1 de julio de 1975 y mi primer día de jubilado será el 1 de julio de 2025», resume. Ahora le toca descansar.

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