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Mientras casi toda España se ha quedado sin luz -del apagón solo se han librado las Islas Baleares y Canarias- el servicio de Urgencias y el Hospital San Pedro de Logroño funcionan con normalidad (y pasan también las consultas) gracias a los generadores auxiliares.
El complejo, en caso de que se produzca un fallo eléctrico generalizado o un gran apagón, dispone de un sistema de seguridad que puede producir electricidad y calor. Cuenta, de hecho, con una red de Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAIs) que garantiza, gracias a sus baterías, la estabilidad eléctrica.
Todo ello permite que los quirófanos, unidades de cuidados intensivos y otras instalaciones conectadas puedan continuar su actividad. «Cuando se produce un microcorte o corte eléctrico, en los quirófanos, ucis, hemodiálisis, así como en todas las instalaciones conectadas a la red de SAI, no perciben ningún cambio y continúan con su actividad», detalló Vanesa Jiménez a este diario en un reportaje realizado en 2022.
El primer peldaño de seguridad ofrece, no obstante, una solución temporal, de unas dos horas. Ante esta posibilidad, el edificio circular del San Pedro tiene tres grupos electrógenos con una potencia de 3,2 megavoltiamperios, preparados para activarse de inmediato en cuanto salten las alertas. «Son motores que generan electricidad mediante unos alternadores alimentados por gasóleo y que garantizan el suministro eléctrico a todo el hospital, aunque estableciendo unas cargas prioritarias, y durante todo el tiempo que sea necesario mientras haya combustible en los dos depósitos de almacenamiento, con capacidad para 30.000 litros», explicó Vanesa Jiménez en una entrevista a este diario.
En el sótano bajo de hospitalización, además, hay una enorme sala con gruesos tubos verdes repletos de decenas de cables que recorren con una montaña rusa el centro principal de distribución eléctrica, sometido a vigilancia las 24 horas del día a través de un sistema de control centralizado, donde se visualizan consumos y cargas. Las decenas de vitrinas que contienen los cuadros de mandos aparecen teñidas con el color de la pegatina correspondiente a cada nivel de prioridad: granate (máxima), para quirófanos, ucis, urgencias, medicina intensiva, hemodiálisis y aquellos servicios que deben conservar fármacos, vacunas o muestras de análisis (laboratorios) o el banco de sangre; roja (nivel 2), quirófanos de cirugía mayor ambulatoria o ascensores; amarilla (3), para consultas, áreas de administración, despachos... y, finalmente, blanco (cuarto nivel), en el que estarían pasillos, cuartos, almacenes y vestuarios, pero también casi todos los equipos de radiología, que en caso de un corte prolongado no tendrían suministro por su alto consumo de energía.
A lo largo de todo el año todo el sistema se chequea, se somete a revisiones continuas, incluidos simulacros, para garantizar el perfecto funcionamiento de la infraestructura.
El complejo hospitalario tiene su propia subestación eléctrica, pero puede fallar. A finales del pasado mes de marzo, por ejemplo, se produjo una avería que dejó sin luz durante varias horas las habitaciones del hospital logroñés y las calles aledañas.
¿Qué sucede en estos casos si no se puede proporcionar energía eléctrica al San Pedro? En caso de que falle, se activan de forma automática los grupos electrógenos de emergencia, un sistema generador de energía mediante un motor de combustión que garantiza el funcionamiento de servicios prioritarios, como la Unidad de Medicina Intensiva, los quirófanos y boxes de Urgencias.
Si se alarga el apagón... Se activa el Plan de Seguridad establecido para estos casos, una especie de comité de crisis en el que los directivos asistenciales del centro ponen en marcha los protocolos para garantizar la seguridad de los pacientes, profesionales, el edificio y las instalaciones.
Con respecto a los usuarios, se asegura la asistencia hospitalaria a través de un sistema de derivaciones que cuenta con todas las principales infraestructuras sanitarias de La Rioja (Carpa, Fundación Rioja Salud, Hospital de Calahorra y Los Manzanos) e incluso de otras comunidades vecinas, por si hubiera sido necesario, es decir, los hospitales de Pamplona y Vitoria, que son los más cercanos a Logroño en casos de traumatismos e ictus.
La Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja informó de que al producirse el fallo en el suministro de inmediato se avisó a una empresa especializada para que acudiera a resolver el problema.
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