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Europa vivirá hoy un 'superdomingo' electoral al coincidir el mismo día las presidenciales en Rumanía y Polonia y las elecciones generales en Portugal. Los comicios ... rumanos despiertan una gran expectación a la espera de ver si el país sigue mirando a Bruselas o se va por la senda populista y gira a la extrema derecha.
Cerca de 18 millones de rumanos están llamados a las urnas para elegir a su presidente entre los dos candidatos que se han clasificado para la segunda vuelta: el ultranacionalista y euroescéptico George Simion y el alcalde de Bucarest Nicușor Dan, candidato independiente, centrista y europeísta. En la primera vuelta, celebrada del 4 de mayo, Simion obtuvo el 40,96% de los votos frente al 20,99% del alcalde de Bucarest.
Simion, líder de Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), es de extrema derecha, ultraconservador, muy crítico con la Unión Europea y se opone a la ayuda militar a Ucrania. Afirma estar alineado con el movimiento MAGA ('Make America Great Again') del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del que se declara admirador, al igual que de la primera ministra italiana Giorgia Meloni. Dan, matemático de formación, es europeísta y pro-OTAN y considera que el apoyo de Rumanía a Ucrania es vital para su propia seguridad frente a la creciente amenaza rusa. Promete que luchará contra la corrupción, una de las lacras del país. Aunque Simion partía como claro favorito en la carrera presidencial, Dan ha logrado acortar distancias, por lo que la votación final podría ser más ajustada de los previsto inicialmente.
Las elecciones presidenciales en Rumanía se celebran en medio de mayor crisis política que vive el país en 35 años de democracia. Los rumanos vuelven a las urnas tras la anulación de los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 por la presunta injerencia rusa a favor del entonces ganador, el candidato ultraderechista y prorruso Calin Georgescu.
La decisión del Tribunal Constitucional de anular los resultados y ordenar la repetición de los comicios creó gran confusión en el país y malestar entre los votantes de Georgescu, que salieron a las calles para protestar denunciando lo que ellos consideraban un robo electoral. Bruselas y la OTAN están pendientes de lo que pueda ocurrir en Rumanía. Una victoria de Simion podría dar alas a los euroescépticos en otros países y debilitar el flanco oriental de la Alianza Atlántica.
Rumanía ha tenido un papel central de apoyo a Ucrania tras la guerra de agresión rusa, pero esto podría cambiar si Simion gana las elecciones. El candidato ultra ha prometido que, si es elegido presidente, retirará el apoyo militar a Kiev.
Tanto el presidente como el primer ministro del país están actualmente en funciones. El primero, Klaus Iohannis, dimitió en febrero presionado por los grupos populistas de oposición tras la anulación de los resultados de noviembre. En cuanto al segundo, el socialdemócrata Marcel Ciolacu dejó el cargo el 5 de mayo, un día después de que Simion arrasara en la primera vuelta, dejando fuera de carrera al candidato oficialista Crin Antonescu. Ciolacu estaba al frente del Gobierno de coalición de socialdemócratas, conservadores y la minoría húngara.
Por su parte, Polonia celebra este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales para elegir al sucesor del presidente conservador-nacionalista Andrzej Duda. Si ningún candidato obtiene la mayoría de votos, la segunda vuelta se celebrará el 1 de junio. El candidato liberal de izquierda y alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, parte como favorito en la carrera presidencial polaca. Trzaskowski es el candidato Plataforma Cívica (PO), el partido del primer ministro Donald Tusk. El alcalde de Varsovia perdió las presidenciales de 2020 frente a Duda.
Salvo sorpresas, Trzaskowski, europeísta convencido, se enfrentará en la segunda vuelta al candidato conservador-nacionalista Karol Nawrocki, candidato independiente apoyado por el partido Ley y Justicia (PiS) de Duda y declarado admirador de Trump.
La tercera cita electoral del día tendrá lugar en Portugal, tras la caída del Gobierno de centroderecha del primer ministro Luís Montenegro. El país vecino vive una fuerte inestabilidad política. No en vano, estas son sus terceras elecciones nacionales en otros tantos años.
Los comicios lusos despiertan menos expectación que los rumanos, pues los sondeos arrojan unos resultados similares a las anteriores convocatorias con las urnas. Montenegro, líder de Alianza Democrática, parte como favorito. El candidato socialista Pedro Nuno Santos quedaría segundo, mientras que el partido populista de extrema derecha Chega! (Basta), el Vox portugués, se mantendría en tercera posición.
Montenegro perdió en marzo un voto confianza en el Parlamento por las presuntas alegaciones de conflicto de intereses en torno a su consultora Spinumviva, propiedad de su familia y entre cuyos clientes hay empresas con contratos gubernamentales. El aspirante a repetir como primer ministro ha negado cualquier irregularidad.
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