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Joaquina Dueñas
Jueves, 8 de mayo 2025, 12:34
Este jueves, Enrique Iglesias ha cumplido 50 años. Medio siglo de vida en los que ha logrado un rutilante éxito musical, vendiendo millones de discos y cosechando una popularidad que no ha sido impedimento para mantener su vida personal en la más estricta intimidad, logrando convertirse en un auténtico enigma para sus seguidores.
Pero no siempre fue así. Enrique es hijo del cantante Julio Iglesias, el artista latino más exitoso en ventas del mundo, y de Isabel Preysler, protagonista indiscutible de las portadas del corazón durante décadas. Famoso desde la cuna, su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres, los paparazis y el secuestro frustrado de su abuelo paterno, el doctor Julio Iglesias Puga. Un ajetreo del que quiso alejarse sin renunciar a su pasión por la música.
Desde joven tuvo claro que quería hacer su propio camino, por eso, con solo 18 años, recurrió a su niñera para que le prestara los 500 euros que costaba su primera maqueta. No quiso pedir el dinero a su padre, a quien ni siquiera le dijo que quería ser cantante. «A mi padre, no saberlo, le molestó. Vamos a decirlo así. No saberlo fue el punto más difícil», contó su hermana mayor, Chábeli Iglesias, en 'Lazos de sangre'.
«Tuvimos una pelea por teléfono del tipo 'estás loco, por qué has hecho esto sin decirme nada, yo soy el que estoy en la música, no vas a poder conseguir nada sin mí'», reveló Enrique hace años en una entrevista. Así llegó la ruptura padre-hijo: «Después de eso, hice las maletas y me fui de casa», recordó el cantante. Y también llegó la rivalidad: «Mi padre se siente muy orgulloso de sus hijos porque nos lo dice todos los días; pero, al mismo tiempo, él es un competidor y quiere ganar y seguir siendo número uno, eso está clarísimo», expresó el segundo de los hermanos Iglesias Preysler, Julio José.
Una competitividad que Enrique había heredado, como él mismo ha confesado: «Siempre he querido ser mejor que mi padre. Vender más discos que mi padre, ser mejor cantante que mi padre y mejor artista que mi padre». Y con ese ánimo, en apenas cinco años, arrasó en América Latina y Europa, y conquistó Estados Unidos, uno de los mercados más complejos para los latinos. Huyendo de su apellido, firmó su primer contrato como Enrique Martínez, y alejado de los escándalos, se convirtió en una figura opuesta a su padre, popular donjuán y conquistador irredento. Así, Enrique comenzó a construir su imperio y su fama desde la sombra, sin fiestas públicas ni romances exhibicionistas.
«Mi hermano es muy independiente. Yo creo que él quería hacerlo solo para demostrarle a mi padre que podía», aseguró Chábeli hace algún tiempo. ¡Y tanto que lo hizo! Su álbum debut vendió más de un millón de copias en solo tres meses. 'Experiencia religiosa', 'Si tú te vas', 'Bailamos', 'Súbeme la radio', 'Héroe', 'Duele el corazón', 'Bailando'… uno tras otro, los temas de Enrique se han ido convirtiendo en números 1 a lo largo de los años. Himnos que permanecen en el tiempo y con los que el artista ha logrado vender más de 180 millones de discos.
Diez años después, con Enrique consolidado como artista y sin nada más que demostrar, llegó el acercamiento con su padre. En todo caso, siempre se ha mantenido muy unido a su madre, que le visita habitualmente en Miami, donde reside con su esposa y sus hijos (Nicholas, Lucy y Mary) y a todos sus hermanos, que respetan su decisión de mantenerse alejado de la escena pública. Por eso no pudimos verlo en las bodas de sus hermanas Ana Boyer y Tamara Falcó. «Hablé con él, me contó que no le gustan estos encuentros sociales. Le dije que no era algo social y que viniera a la misa y, si quería, que se fuera después. Para mí este día es mucho más. No entendí sus motivos, pero lo respeto», contó la marquesa de Griñón en la exclusiva de su boda. «Aunque puede subirse a un escenario y cantar delante de 50.000 personas, Enrique es muy tímido», lo describió.
La relación entre los hermanos se mantiene intacta. Una de las ocasiones en las que pudimos ver más claramente esa unión familiar fue en el único concierto que el artista dio en España en 2019, al que acudieron Isabel Preysler, Tamara Falcó, Ana Boyer, su marido, Fernando Verdasco, y las hijas gemelas de Julio Iglesias y su actual mujer, Miranda Rynsburger, Victoria y Cristina. Más recientemente, Tamara Falcó estuvo entre bambalinas en el espectáculo de su hermano en Catar.
Enrique ha convertido su mansión en Miami, donde vive con Anna Kournikova y sus tres hijos, en una fortaleza con muros de cinco metros, y sus redes sociales están dedicadas a su carrera profesional, aunque en contadas ocasiones ha dado alguna pincelada de su vida personal. Unido sentimentalmente a la tenista desde 2001, jamás confirmaron su noviazgo y no está claro si han llegado a casarse. Lo que sí es cierto es que se han convertido en una pareja más que consolidada.
A sus 50 años, Enrique Iglesias es un cantante superventas que ha ganado incontables premios y ha sido nombrado Mejor Artista Latino de la Historia por los Billboard. Pero si hay una cifra que lo define es la de cero exclusivas y cero escándalos, demostrando que es posible el éxito sin sobreexposición.
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